Me encanta una libreta en blanco como..
una pared vacía aún sin colores o como...
un extraño que de repente se gira y nos miramos a los ojos.
Ocurre al tener una libreta vacía entre las manos. Tengo una foto de nosotros, muy lejos,
sólo que está hecha de palabras, de todas todas las palabras que caben en mi libreta,
y las palabras se esturrean y me faltan determinantes y me faltan adveribios y me faltan conjunciones y no al final no tengo más que eso, muchísimas palabras.
Pero aun así
me encanta el encanto de los comienzos,
de los comienzos de todos los días
y eso que soy realmente torpe,
y aún me dan miedo muchas cosas.
Y después,
de escoger un camino del laberinto
de las venas y las calles,
después de que para ti y para mí existan microorganismos
y monedas y billetes y muchas más personas preciosas,
después,
sueño que nosotros terminaremos comenzando.
:)
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