Una vez mi madre me trajo un trocito de chocolate a la cama. Aquello era un recuerdo de años pasados, cuando solía recibir estas pequeñas sorpresas si había sido bueno. Me dolió tanto el recuerdo que sólo pude mover la cabeza. Ella me preguntó qué me pasaba y me acarició el pelo. Sólo pude responder: «Nada, nada. No quiero que me des nada.»
impresionante este libro, se aprenden muchas cosas de las cuales no te das cuenta que existen o por lo menos no te paras a pensar en ellas, gracias por la recomendación ;)
Una vez mi madre me trajo un trocito de chocolate a la cama. Aquello era un recuerdo de años pasados, cuando solía recibir estas pequeñas sorpresas si había sido bueno. Me dolió tanto el recuerdo que sólo pude mover la cabeza. Ella me preguntó qué me pasaba y me acarició el pelo. Sólo pude responder: «Nada, nada. No quiero que me des nada.»
ResponderEliminarimpresionante este libro, se aprenden muchas cosas de las cuales no te das cuenta que existen o por lo menos no te paras a pensar en ellas, gracias por la recomendación ;)
ResponderEliminarSi señorita, muchisimas gracias :)
ResponderEliminar:)
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