Te odio porque me ignoras, porque no llegas a tiempo.
Te odio porque todo lo bonito de mi mundo se ha convertido en en un representante tuyo.
Te odio porque eres otro cuerpo que sueña, y tienes tal cantidad de detalles que tardaría mil millones de mañanas contigo en poder describirte.
Dios, como te odio porque no te puedo odiar nada, anunque lo intente, y siempre vuelves en otro cuerpo para ponerme difícil poder abrazarte.
Y sobretodo te odio porque no existes.
(Aunque también existes muchísimo, a veces)
te odio porque me cruce con tus recuerdos y no me conocían
ResponderEliminar